El espino blanco y su oculto poder contra las criaturas de la noche
El poder ancestral de las plantas
Como ya hemos visto en algunas pinceladas del post anterior dedicado a la diosa Carna y la protección de los umbrales , desde tiempos ancestrales, la humanidad ha recurrido al poder de las plantas y hierbas sea para fines medicinales o rituales. Desde en los más antiguos y populares textos como la Biblia hasta el cine actual, seguro que alguna vez has has notado la presencia de plantas como la mirra, el laurel, la salvia, el cedro, el hinojo, la mandrágora, el romero, el ajo… Estas son apenas algunas de las muchas plantas que dejaron sus huellas en la historia.
Lejos de ser algo extravagante o relegado a la especialidad de las curanderas, algunas de esas plantas tuvieron un uso realmente corriente en la vida de nuestros antepasados; de la misma manera como a días de hoy usamos la manzanilla para calmar el estómago o la valeriana para los nervios. Lo que muchos desconocemos es que, con los cambios histórico-sociales y los cambios de mentalidad entre épocas, algunas de esas plantas y sus usos, antaño habituales, hoy nos pueden resultar muy sorprendentes.
Es el caso del espino blanco o espino albar (Crataegus monogyna) y de su destacado uso como aliada protectora contra las fuerzas oscuras y sobrenaturales.

Así que coged una buena dosis de vuestra bebida favorita para entrar en calor, prended la estufa, encended algunas velas para acompañar el ambiente y poneos cómod@s, que empezamos un viaje hacia el corazón de oscuras leyendas y tradiciones protagonizadas por una de las más poderosas plantas de la historia.
Orígenes míticos del espino blanco
En el post anterior, vimos como el espino blanco fue la planta que Juno le entregó a Carna al concederle el poder de proteger las puertas ante todo el mal.
“A cambio de nuestra unión tendrás derecho sobre los goznes; ésta es la recompensa que vas a recibir por haber perdido la virginidad. Diciendo esto, le dio una espina (la cual era blanca) con la que pudiese repeler de las puertas los amargos agravios” (Ovidio, Faustos)
La diosa pasaría entonces a usar ramas de espino para tocar las jambas de las puertas y garantizar la seguridad de los hogares contra los ataques de las striges, criaturas nocturnas similares a los vampiros en la tradición romana.
"Colocó una vara de Jano, tomada de la espina blanca, donde una pequeña ventana daba luz a la habitación. Cuentan que, con posterioridad a aquel rito, los pájaros no ultrajaron la cuna, y el niño recobró el color que antes tenía." (Ovidio, Faustos)
El espino albar y su simbología sagrada
En la tradición cristiana, el espino albar ha sido vinculado a Jesucristo, por el simbolismo de la corona de espinas que Jesús llevó durante su pasión, y también a la virgen María, siendo un árbol frecuente en los lugares de sus apariciones.
“Cuando se acercó encontró la imagen de una Virgen sobre un espino blanco que le indicó la necesidad de construir una ermita: “Hijo mío, vete a tu padre carpintero y dile de mi parte que construya en este sitio una ermita que tenga por nombre Arantzazu.”
El Inventario español de los conocimientos tradicionales relativos a la biodiversidad documenta que en Huesca, por ejemplo, se cree que esta asociación se debe a que la Virgen María colgó su manto en un espino, mientras que en otros lugares se cuenta que colgó en ella los pañales del Niño Jesús.
Para los celtas también era una planta sagrada asociada a las hadas:
“(…) se describe a las hadas en tropel bailando o acampando bajo el espino”.(Dictionary of Celtic mythology, MacKillop, James)
Esas asociaciones reforzarían su estatus como elemento protector dando lugar a algunos usos marcados como la defensa contra los rayos:
“Está bastante extendida la creencia de que el majuelo es planta benéfica. Así, por ejemplo, la sombra del majuelo tiene muy buena fama, ya que se dice que si te coge una tormenta en el monte lo mejor es meterse debajo de uno, pues como a Jesucristo le coronaron con espinas, allí no caen los rayos.” (Inventario español de los conocimientos tradicionales relativos a la biodiversidad)

Evil fights evil…
En Plants of the Devil, Corinne Boyer explora la dualidad de las plantas espinosas como la rosa canina o el endrino (espino negro) siendo estas contenedoras tanto de la capacidad de curar como la de herir.
Precisamente el espino albar, así como su compañera más oscura, el endrino, tienen fama de plantas potencialmente hirientes, no solo por sus espinos, sino también por su carácter.
Margaret Baker en Discovering the Folklore of Plants, 2011 cuenta la historia de un granjero de Worcestershire que ilustra esa reputación atribuida al espino blanco:
La avalancha de turistas que visitaba su espino le molestó tanto que lo cortó. Después se rompió una pierna, luego un brazo y su granja se incendió (Baker 2011 [1969]: 70). (Via https://www.icysedgwick.com/hawthorn-folklore/)
Por su parte, Corinne Boyer menciona que esas plantas espinosas también han estado asociadas a nadie menos que al mismísimo Diablo:
“Solemos encontrar que plantas que tienen características físicamente hirientes, como espinos o pinchos, suelen estar vinculadas al Diablo".”
Y atribuye su poder de protección al hecho de que “el mal puede luchar contra el mal”. Es decir, una planta que tiene el poder de herir y que ha sido asociada al diablo tiene también el poder de combatir el mal.
“Como sucede con muchas plantas de reputación maligna, a menudo no sólo se utilizaban en operaciones mágicas transgresoras, sino también como protección, ya que el mal lucha contra el mal”.
Y es luchando contra el más asustador de los males que han podido asombrar la vieja Europa que encontraremos el espino blanco…
El más poderoso aliado contra los vampiros
Cuando pensamos en protección contra vampiros, el ajo es el primer amuleto que nos viene a mente, gracias al cine y la literatura que lo han inmortalizado. Sin embargo, nos sorprenderíamos al descubrir que existen otras plantas, menos conocidas pero aún más poderosas, que la tradición ha utilizado para combatir a estas criaturas de la noche.
En medio del revival vampiresco agitado por el estreno de la maravillosa Nosferatu de Robert Eggers, no hay mejor planta a la que invocar. Y es que el uso apotropaico del espino albar, ya referenciado en el mito de Carna, vuelve a aparecer siglos más tarde en el folklore de Europa del Este y los Balcanes.
Desde su uso en rituales preventivos a métodos infalibles para detectar y acabar con los no-muertos, el espino blanco tuvo un importante destaque en las creencias y prácticas rituales de las comunidades rurales. En los Balcanes, epicentro de la vampiro-manía durante los siglos XVIII y XIX, el temor a los vampiros llevaba a medidas preventivas extremas.
En Bulgaria y Serbia, por ejemplo, se documenta que antes de que un cuerpo fuese enterrado, se tomaban ciertas medidas para evitar que el fallecido se convirtiera en strigoi (vampiro). Algunas de estas prácticas incluían clavar espinas de espino bajo las uñas o cortar los tendones bajo las rodillas. Estas medidas buscaban inmovilizar al cuerpo y evitar su retorno al mundo de los vivos. (Diccionario de mitología serbia - Srpski Mitoloski Recnik, 1970)
Sobre esas prácticas nos llegaron varios relatos recogidos y registrados por diversos autores especializados. Jan L. Perkowski en Vampires Of The Slavsby, 1976, por ejemplo, registró que:
“Los búlgaros, tan pronto como sospechan que una persona fallecida es un vampiro, rápidamente preparan estacas afiladas de espino o espinas de zarza, se dirigen al cementerio, desentierran la tumba y, tras hervir varios cubos de vino de uva, atraviesan el cuerpo con las estacas y vierten el vino hirviendo sobre él, pensando que de esta manera exorcizan al demonio maligno que se ha asentado en el cuerpo.”
Nick Groom, en El vampiro, una nueva historia, 2018, narra un relato serbio sobre la captura de un vampiro y el uso del espino albar:
“Joakim Vujić, en su relato Travelling through Serbia (1827), describió la captura de un vampiro en una aldea cerca de Novi Pazar. Se llamó al sacerdote Stavra, que le abrió la boca con un palo afilado de espino albar, le introdujo una rama del mismo arbusto y derramó tres gotas de agua bendita en la lengua; mientras tanto, un anciano de la aldea llamado Petko agarró el palo de espino albar y le atravesó el pecho al vampiro de un solo golpe.”
En la nueva película de Nosferatu (Robert Eggers, 2024) pudimos ver una escena donde un curioso ritual era llevado a cabo.
“Eligen a un muchacho, al que juzgan demasiado joven para haber perdido su virginidad, y lo montan desnudo sobre un caballo negro como el carbón, que nunca ha saltado sobre una yegua. Esta pareja de vírgenes es conducida por el cementerio y por todas las tumbas, y dondequiera que el animal se detenga y se niegue a seguir adelante, a pesar de todos los azotes que puedan darle, concluyen que han descubierto un vampiro. (Vampires Of The Slavsby Jan L. Perkowski, 1976)
En otros relatos se han hablado de otros animales negros, como el gallo, pero posteriormente a la descubierta es cuando aparece nuestra protagonista…
“Cuando se identificaba una tumba de esta manera, se desenterraba y se procedía a eliminar al vampiro. Por lo general, se le atravesaba el corazón con una estaca de espino o se le quemaba; en casos menos frecuentes, se le ahogaba en un caldero o se le cubría con cal viva. (Diccionario de mitología serbia - Srpski Mitoloski Recnik, 1970)
Con estos relatos vemos como la tradición de usar el espino albar contra las fuerzas de la noche tiene raíces profundas en la cultura europea. Desde la antigua Roma, donde se asociaba con la diosa Carna, a ser un arma esencial en la caza de vampiros en los Balcanes, el espino blanco ha permanecido en la memoria colectiva siendo todo un símbolo de protección frente a las entidades nocturnas.
Aunque hoy estas historias parezcan parte de un mundo lejano, reflejan cómo el ser humano ha buscado en la naturaleza no solo recursos físicos como también consuelo, respuestas y herramientas para enfrentarse a sus peores temores.
¿Conocías estas historias sobre el espino blanco? ¿Hay alguna planta con uso similar en tu ciudad/país/región? Compártelo en los comentarios. :)